En días pasados una noticia sacudió mi vida, una persona a la que amo tuvo una situación médica que la ha afectado de manera importante. Esa situación me ha confrontado todo este tiempo respecto a la manera como uso los recursos que Dios me ha dado en la vida. Me ha dado salud, me ha dado trabajo, me ha dado inteligencia, me ha dado un grupo de personas que me quieren y me animan, me ha dado recursos para desarrollar actividades que permiten mi crecimiento personal y social, me ha permitido construir disciplinas en mi vida que me aportan para mi desarrollo personal y social. Sin embargo, muchas veces, me encuentro holgazaneando, desperdiciando mi tiempo, desperdiciando los recursos que Dios me ha dado en actividades que solo son de "provecho" para mí y que no benefician a nadie más.
Como dicen por allí, los recursos y el dinero se recuperan pero el tiempo que malgastamos no lo podemos recuperar.
Esta situación adversa para esa persona que amo me ha confrontado y ahora soy más cosciente respecto a la manera como gasto o desperdicio mi tiempo. Ahora, es más frecuente que se active una alarma dentro de mí y llame mi atención y me diga, "pilas, qué estás haciendo de provecho en este momento?"
La vida nos puede cambiar de un momento a otro y de formas que no lo imaginamos y en consecuencia darnos cuenta que muchas veces hemos desperdiciado nuestra vida.
Estoy próximo a cumplir 50 años y desde hace varios años atrás comencé a hacer ajustes en mi vida pues entendí que el camino que llevaba no era el adecuado. Iré presentando de manera cronológica los ajustes que he hecho a través de estos años.
- Hace unos 15 años atrás era una persona que me preocupaba poco por la actividad física. Perdí a mi padre y entendí la importancia de la actividad física. Gracias al trote logré ver los beneficios que este trae a mi vida en aspectos no solo físicos sino también de paz interior. Así que la actividad física es valiosa no solo por salud sino también por paz interior.
- Hace unos 13 años comencé a valorar la lectura y como a través de esta se puede obtener la sabiduría de los siglos. Gracias a tecnologías como el Kindle Reader y a goodreads.com, hoy soy una persona que al año me leo alrededor de 15 libros.
- Hace unos 8 años atrás era una persona que me molestaba y me preocupaba de muchas cosas que no podía controlar. Eso lo he aprendido a manejar mejor gracias a la filosofía estoica pero estoy seguro que aún tengo espacio para mejorar en ciertos aspectos.
- Hace unos 2 o 3 años he aprendido a llevar un diario. He aprendido la importancia de visualizarme y de escribir frases afirmativas respecto de lo que he alcanzado y de lo que alcanzaré en mi vida. Esto del diario también es algo sugerido por los estoicos.
- Hace unos dos años era una persona que tenía poco control de la manera como gastaba mi dinero y hoy en día he aprendido a llevar registro de cada gasto y de respetar mi presupuesto en la medida de lo posible. Gracias a toda esta difusión del ahorro y las inversiones en línea, ahora soy una persona más consciente del valor de mi dinero.
- Hace unos dos años era una persona que no honraba mis propios compromisos pero entendí que soy la persona más importante a quien le debo honrar lo que me prometo. Debo ser accountable, debo ser responsable conmigo mismo de lo que visualizo para mi vida.
- Finalmente, era una persona que podía perder tiempo en redes sociales pero hace unas dos semanas escuché un video de un youtuber que hablaba de la cantidad de tiempo que es perder una hora al día en redes sociales y me dí cuenta que mi tiempo y mi vida no la puedo desperdiciar en vanalidades. Luego sucedió lo de mi persona amada y pues más claro aún respecto del hecho de valorar mi tiempo.