A poner en práctica lo que has aprendido

Yo no sé tú pero yo he sido un consumidor de diferente tipo de información a lo largo de la vida.  Información que te dan en la escuela, el colegio, la universidad, la iglesia, los amigos, y hoy en día el Internet. Debo decir que a mí me gusta mucho escuchar ciertos videos en YouTube. Sí, escuchar. La verdad pocos son los videos que veo pero sí los escucho. Escucho videos de  diferentes temas tales como: filosofía, desarrollo personal, estoicismo, libertad financiera, tendencias sociales, política, economía, entre otros temas. 

No voy a hablar aquí acerca de lo negativo o lo positivo que puede ser la información que viene de Internet. No. Quiero hablar hoy acerca de la importancia de actuar aprovechando lo que ya sabes. Es momento de actuar, es momento de dejar de consumir información, detenerte y con todo lo que has aprendido, "mézclalo" y destila toda esa información y aprovecharla para tus propósitos, para tus metas. No más pasividad al consumir información, es momento de actuar.

Ahora, no estoy diciendo que hay un momento de nuestra vida en el cual haya que dejar de aprender o de escuchar, no, de ningú modo. Lo que quiero decir es que debe llegar un momento donde nos debemos lanzar al agua y con las herramientas que tenemos comenzar a perseguir nuestros sueños. La verdad es que nunca estaremos 100% preparados para lo que tengamos que hacer, para las metas que queremos alcanzar pero sí está en nosotros tomar la decisión y la determinación de actuar en pos de perseguir aquello por lo que soñamos.

Deja por un momento de consumir información. Apaga las voces que a veces nos dicen mucho pero a la vez nos dicen poco. Es tiempo de dejar que nuestra voz interior sea la que nos guíe y nos lleve hacia aquello soñamos y perseguimos.

Las primeras horas del día, las primeras energías del día...

Un buen sueño reparador que se logre durante la noche es fundamental para un buen desempeño en nuestras actividades del día a día. Si bien es cierto es posible dormir durante el día, es más recomendable dormir durante la noche. Las condiciones del entorno favorecen más los procesos reparadores que otorga el sueño a nuestro cuerpo y a nuestra mente.

Entonces, una vez tenemos una buena noche seguramente podremos potencialmente experimentar un buen día. Una buena noche nos otorga la posibilidad de enfrentar un nuevo día con renovadas energías físicas y emocionales que nos permitirán llevar a cabo nuestras tareas y cumplir con nuestras responsabilidades con excelencia. Sin embargo, lograr este nivel de excelencia está condicionado por la forma como invertimos esas primeras horas del día, ¿qué es lo primero qué hacemos?

Es muy común que esas nuevas energías entregadas por ese sueño de la última noche no las invirtamos en llevar a cabo las tareas que ofrecen un mayor impacto a nuestro propósito de vida. Hemos escuchado que muchas personas lo primero que hacen una vez se levantan es ver su celular, ir a redes sociales, exhaltarse por noticias de farándula o política e invierten esas primeras cuotas de energía en actividades vacías y sin aporte a su propósito de vida. Es más, es posible que esas primeras interacciones saquen de tí aquellas conductas que ya habías superado. Luego, es posible que una mala gestión de lo que dejamos entrar a nuestra mente en las primeras horas del día nos generen un retroceso en el camino hacia alcanzar el ser humano que soñamos ser.

Debemos ser conscientes que un buen descanso en la noche nos brinda energía y esa energía debemos buscar invertirla en actividades que nos sirvan a un propósito que nos ayude a crecer y a ser mejores personas. ¿En qué estás invirtiendo tus nuevas energías? ¿En qué estás invirtiendo tu tiempo?

PS: Reciéntemente opté por dejar de ver/escuchar a algunos YouTubers que me entretenían mientras llevaba algunas actividades en el hogar. Dejé de ver noticias en cualquier momento del día y lo he llevado a ver noticias una vez al día. Debo decir que es significativo el cambio que se experimenta al cortar o reducir mi interacción con estas dos actividades. Ahora, ya no sé en que momento del día vale la pena prestar atención a estas fuentes de información de modo que no se entorpezca mi desempeño del día a día. Dejar ciertos hábitos o comportamientos y alejarte de ciertas fuentes de información te permitirá percibir e interactuar con el mundo de una forma más ligera, más tranquila y más consciente.

Conozcamonos a nosotros mismos primero

Vivimos en un mundo que nos brinda sobre-estimulación y una cantidad de información que desborda la capacidad de nuestro cerebro [actual]. Este volumen de información nos llega mayormente a través de nuestros dispositivos electrónicos (computadores, celulares) y bombardea nuestro cerebro de tal manera que nos aleja de nuestra realidad, nuestro entorno, de nuestras relaciones interpersonales y de nosotros mismos. 

Gracias a las redes sociales es fácil sentir que se forma parte de la vida de personas que exhiben unas vidas extraordinarias haciéndonos sentir que nuestra vida, nuestra realidad es miserable. ¿Qué puede tener de bueno una exposición a tal información que lleve a algunas personas a tener una percepción negativa de sí mismas? Puedo decir que esa bendición que es el acceso a basta información se nos puede convertir en un problema, en una maldición. Esta información de lujos y excesos nos emociona de tal manera que nos hace olvidar nuestra propia realidad y más bien percibir esta realidad como de poco valor. Quizá esto sea un motivo de depresión en nuestra juventud y en todas aquellas personas adictas a este tipo de información.

Es necesario que como seres humanos entendamos que somos individuos, únicos e irrepetibles. Entender que tenemos fallos pero que tenemos también habilidades y capacidades propias que nos hacen importantes para nuestro entorno social, para nosotros mismos. Debemos detener la sobre-exposición a las redes sociales y a toda aquella información que no contribuye a nuestro propio crecimiento.  

Antes de conocer el mundo a través de Internet, debemos comenzar por aprender a conocernos a nosotros mismos. La meditación es un excelente medio para aprender a escucharnos, para entendernos e ir conociendo que está bien y que está mal para nosotros. Repito, cada uno de nosotros somos individuos únicos y como tal es nuestra responsabilidad el aprender a conocernos y saber filtrar aquello que nos ayuda de aquello que no nos ayuda. Desde lo que comemos, lo que leemos, lo que vemos, hasta lo que pensamos y lo que permitimos resida en nuestra mente y corazón. 

Entonces, una de las lecciones más importantes que debe aprender cada uno de nosotros es el de reconocernos como únicos, aprender a tomar todo aquello que sea de provecho y deshechar aquello que no contribuya a nuestro crecimiento. Evitar los excesos de cualquier tipo en nuestra vida.

Internet y todas sus aplicaciones no son malas y pueden llegar a ser de provecho si al conocernos a nosotros mismos podemos filtrar aquella información que entendemos puede tener un efecto positivo y de crecimiento en nuestra vida.

Consistencia, un elemento clave para el éxito personal

Una de las claves para lograr una vida "exitosa" es ser consistente con tus rutinas. En mi caso: despertarme, dar gracias a Dios por todo lo que me da (el buen dormir, la cama y el techo bajo los cuales amanecí), tender la cama, orar y pedir a Dios por diferentes circunstancias de mi vida, de mi entorno, y finalmente hacer algo de movilidad física. Estas son actividades y hábitos que ejecuto consistentemente en mi día a día. 

Otras actividades que hago en el transcurso del día son: reflexionar, meditar, leer un poco y escribir otro tanto. Todas estas actividades me permiten vivir una vida feliz, placentera y, desde mi perspectiva, exitosa. 

Para cada uno de nosotros el éxito tiene un significado particular. En mi caso, y ya llegando a los 50 años, puedo decir que mi felicidad radica en tener paz, desarrollar actividades que me permitan ser mejor de lo que fuí el día anterior y poder ayudar y servir a otros.

Te invito para que comiences poco a poco a incorporar hábitos que te ayuden a desarrollar ese ser humano que sueñas ser. Dice el dicho: "Roma no se hizo en un día"; los seres humanos tampoco alcanzamos nuestro ideal de un día para otro... alcanzamos nuestro potencial a través de un esfuerzo consistente por el resto de nuestra vida.